No recuerdo cuántos fueron los años que contaste en tu último 19 de febrero y lamento no haber podido estar ahí para preguntarte. No recuerdo, claramente el nombre del chico que me dijiste que te gustaba, ni del lugar donde trabajas, y te confieso que -no te enojes conmigo- necesito ayuda de mi celular para recordar el tuyo.
Solamente sé que ya han pasado varios desde la vez que conocí aquella chiquilla que atravesaba el período de transición de niña-adolescente, y también recuerdo la divertida etapa adolescente-mujer.
Sí recuerdo muy bien aquellos intensivos e interminables ensayos... punta, talón, punta, levanten los brazos, metan la panza... uno y dos y tres y cuatro, zip, por dentro, lazada, tuerce... cambiemos a la siguiente rutina.... va de nuevo hasta que salga perfecto!
Ah, y no olviden aprenderse los versículos para el quiz del otro sábado!
También recuerdo a la odiosa a la que le tocaba dirigir en una presentación importante, y que aún con todo lo que habías ensayado te dijo que no podías salir porque faltaste a un ensayo... No puedo creer que yo haya hecho eso!! Pero... ya me perdonaste, verdad?? Qué forma de disciplinar me heredó mi cuñada!!
No puedo olvidar y jamás lo haré, tu fidelidad en aquellos años, que a pesar de los hechos, (como el del párrafo anterior), siempre estuviste a mi lado, apoyándome... Seguíamos ahí tratando de levantar a pura fe nuestro ministerio, de mantener nuestros sueños y creer en las profesías, vistiendo nuestros vestidos blancos con el "efod" de pana azul, o los chalequitos de colores y las tiras tornasol, todas peinaditas igual como muñequitas de cristal, tan lindas como sacadas de una cajita de música... Da nostalgia, eh?? Tantos años han pasado... no me creerás que aún guardo uno que otro fajón que ahora no me quedan ni en una pierna...
Luego, vinieron aquellas tardes de domingo después de la igle, metidas en el café Internet frente a la Mac de Plaza Heredia, con inútiles intenciones de conocer chicos desconocidos guapos e interesantes, y lo peor fue que ninguno era interesante ni mucho menos, guapo...
De pronto, sin darme cuenta, ya eras mi amiga... a la que le contaba de primero todas las noticias, las tristes y las alegres, las intimidades y todo lo demás... Me fui de la casa! Te conté la historia mis verdaderos papás! Me dieron trabajo en el TSE!! Me gusta aquél (el que se agarró de allá para no caerse en los pollos)! Ya no soy virgen!! Me voy para El Salvador! Me caso!! Ya no me caso!! Sabes cuanto me llegó el recibo del celu?! Conocí a alguien!! Ya no tengo novio! Volví a enamorarme!
Más de alguna vez compartimos lágrimas, tu te aguantabas las mías y yo las tuyas, inclusive por mensajes de texto, por MSN y correos electrónicos. También compartimos muchas alegrías y lo mejor que pudimos haber conocido en El Rincón de Mi Tata!!!
Aunque esos momentos (ni ese par de primos) ya no estén en nuestras vidas, reconozco y debes reconocer que siempre estarán por ahí dando vueltas en nuestras memorias... Algún día por ellos, (pero esta vez sólo los recordaremos sin rencor como una lección más que nos dio la vida para aprender a amar y amar mejor) brindaremos de nuevo con un buen vaso de ron con coca para ti y Smirnoff Ice para mi, en La Choza y nos traeremos los recuerditos, como aquellos portavasos, copitas y servilleteros que coleccionamos!!
No puedo dejar de lado recordar cuando llegaste a detestarme por mi amistad con el Sorompito... como dolía! Por eso, este"Bicho raro" - como me decía él - prefirió alejarse aunque fuera el mejor amigo de todos los tiempos. Porque yo estaba muy segura y aún lo estoy, que tu amistad era más importante que cualquier cosa en este mundo, y al verte sufrir tanto, quería ir al mismito cielo y traerte un ángel para que consolara tu corazón, de noche y de día y pudieras dejar crecer tus uñas de nuevo!
Ahora que ya estamos en nuestra etapa de jóvenes-adultas, (más no maduras aún), y aunque talvez ya no compartiremos rutinas de pandero, vestidos hebreos, ni zapatillas, ni a Laura Morales, ni salones de baile, ni coctelitos en Long Horns (ni en mi apartamento), ni llamadas kilométricas desde Las Palmas, ni aretes, ni a Tommy, ni café de sabores con galletas de coco, ni golpes a puño cerrado en la cara por fuera de la K-baña Classic, ni el piso de mi apartamento para dormir en un colchón inflable después de la fiesta, ni el concierto de Kadejos en Coro, ni mis ronquidos, ni llamadas a las cinco de la mañana con la voz ronca para recordarme que debo levantarme (aún mareada) para ir al paseo, ni el celular Nokia, ni a los primos Rojas...
...estoy completamente segura que seguiremos compartiendo los recuerdos de los sorompitos, algunos contactos del MSN, a Laura Pausini y a Jaci Velásquez, a tu sobrino Terry, tus lágrimas, las mías, mis sonrisas, tus carcajadas (algo escándalosas), los gritos de sorpresa, una buena partida de Scrabble, tus historias con tu flaco, las mías con el mío (por cierto, te prometo un café para contártelas completas pero trae las galletas!). Pero sobre todo, mi mayor deseo es que sigamos compartiendo nuestra amistad en esta vida y en la eternidad y que brindemos como antes por ella, con TEQUILA Y SAL!
Solamente sé que ya han pasado varios desde la vez que conocí aquella chiquilla que atravesaba el período de transición de niña-adolescente, y también recuerdo la divertida etapa adolescente-mujer.
Sí recuerdo muy bien aquellos intensivos e interminables ensayos... punta, talón, punta, levanten los brazos, metan la panza... uno y dos y tres y cuatro, zip, por dentro, lazada, tuerce... cambiemos a la siguiente rutina.... va de nuevo hasta que salga perfecto!
Ah, y no olviden aprenderse los versículos para el quiz del otro sábado!
También recuerdo a la odiosa a la que le tocaba dirigir en una presentación importante, y que aún con todo lo que habías ensayado te dijo que no podías salir porque faltaste a un ensayo... No puedo creer que yo haya hecho eso!! Pero... ya me perdonaste, verdad?? Qué forma de disciplinar me heredó mi cuñada!!
No puedo olvidar y jamás lo haré, tu fidelidad en aquellos años, que a pesar de los hechos, (como el del párrafo anterior), siempre estuviste a mi lado, apoyándome... Seguíamos ahí tratando de levantar a pura fe nuestro ministerio, de mantener nuestros sueños y creer en las profesías, vistiendo nuestros vestidos blancos con el "efod" de pana azul, o los chalequitos de colores y las tiras tornasol, todas peinaditas igual como muñequitas de cristal, tan lindas como sacadas de una cajita de música... Da nostalgia, eh?? Tantos años han pasado... no me creerás que aún guardo uno que otro fajón que ahora no me quedan ni en una pierna...
Luego, vinieron aquellas tardes de domingo después de la igle, metidas en el café Internet frente a la Mac de Plaza Heredia, con inútiles intenciones de conocer chicos desconocidos guapos e interesantes, y lo peor fue que ninguno era interesante ni mucho menos, guapo...
De pronto, sin darme cuenta, ya eras mi amiga... a la que le contaba de primero todas las noticias, las tristes y las alegres, las intimidades y todo lo demás... Me fui de la casa! Te conté la historia mis verdaderos papás! Me dieron trabajo en el TSE!! Me gusta aquél (el que se agarró de allá para no caerse en los pollos)! Ya no soy virgen!! Me voy para El Salvador! Me caso!! Ya no me caso!! Sabes cuanto me llegó el recibo del celu?! Conocí a alguien!! Ya no tengo novio! Volví a enamorarme!
Más de alguna vez compartimos lágrimas, tu te aguantabas las mías y yo las tuyas, inclusive por mensajes de texto, por MSN y correos electrónicos. También compartimos muchas alegrías y lo mejor que pudimos haber conocido en El Rincón de Mi Tata!!!
Aunque esos momentos (ni ese par de primos) ya no estén en nuestras vidas, reconozco y debes reconocer que siempre estarán por ahí dando vueltas en nuestras memorias... Algún día por ellos, (pero esta vez sólo los recordaremos sin rencor como una lección más que nos dio la vida para aprender a amar y amar mejor) brindaremos de nuevo con un buen vaso de ron con coca para ti y Smirnoff Ice para mi, en La Choza y nos traeremos los recuerditos, como aquellos portavasos, copitas y servilleteros que coleccionamos!!
No puedo dejar de lado recordar cuando llegaste a detestarme por mi amistad con el Sorompito... como dolía! Por eso, este"Bicho raro" - como me decía él - prefirió alejarse aunque fuera el mejor amigo de todos los tiempos. Porque yo estaba muy segura y aún lo estoy, que tu amistad era más importante que cualquier cosa en este mundo, y al verte sufrir tanto, quería ir al mismito cielo y traerte un ángel para que consolara tu corazón, de noche y de día y pudieras dejar crecer tus uñas de nuevo!
Ahora que ya estamos en nuestra etapa de jóvenes-adultas, (más no maduras aún), y aunque talvez ya no compartiremos rutinas de pandero, vestidos hebreos, ni zapatillas, ni a Laura Morales, ni salones de baile, ni coctelitos en Long Horns (ni en mi apartamento), ni llamadas kilométricas desde Las Palmas, ni aretes, ni a Tommy, ni café de sabores con galletas de coco, ni golpes a puño cerrado en la cara por fuera de la K-baña Classic, ni el piso de mi apartamento para dormir en un colchón inflable después de la fiesta, ni el concierto de Kadejos en Coro, ni mis ronquidos, ni llamadas a las cinco de la mañana con la voz ronca para recordarme que debo levantarme (aún mareada) para ir al paseo, ni el celular Nokia, ni a los primos Rojas...
...estoy completamente segura que seguiremos compartiendo los recuerdos de los sorompitos, algunos contactos del MSN, a Laura Pausini y a Jaci Velásquez, a tu sobrino Terry, tus lágrimas, las mías, mis sonrisas, tus carcajadas (algo escándalosas), los gritos de sorpresa, una buena partida de Scrabble, tus historias con tu flaco, las mías con el mío (por cierto, te prometo un café para contártelas completas pero trae las galletas!). Pero sobre todo, mi mayor deseo es que sigamos compartiendo nuestra amistad en esta vida y en la eternidad y que brindemos como antes por ella, con TEQUILA Y SAL!
1 comentario:
Dulce, leal, fiel y resistente amistad...
Nunca creí que alguien, pudiera recordar tantos pequeños detalles, que confieso, que ni yo recuerdo muchos de ellos, pero eso me halaga y me llena de felicidad y me demuestra que para ti nuestra amistad significa tanto como para mi...
Tengo 22 años y no sé cuantos de conocerte y de ser amigas, poco recuerdo como nos hicimos amigas, pero si recuerdo que de un pronto a otro ya éramos muy cercanas, y eso es lo que cuenta. Y agradezco mucho que eso se haya dado!
Me gustaron mucho los tiempos de pandero, ensayos, zapatillas, y demás, porque a tu lado aprendí mucho y me formé en un ministerio bastante lindo, que quisiera retomar algún día, ya que tú eres parte de él.
En cuanto a todos nuestros secretos (algunos más agradables que otros), eso me alegra mucho, porque eso me dice a mi, que puedo brindarte confianza y tranquilidad de que tienes un hombro y apoyo en mi, igual digo yo de ti. Gracias por ese voto de confianza, significa muchísimo para mi.
En cuanto al par de Sorompitos, que siempre andarán en nuestras mentes, ya que su tiempo en nuestras vidas, fue de gran importancia, y las marcaron de manera muy hermosa...yo, por mi parte, debo darte las gracias, por presentarme al primer hombre que amé de verdad, con todo el corazón, al que le entregué todo lo que podía darle, con el que una vez estuve decidida a pasar mi vida, si me lo pedía. Pero nada de eso no hubiera pasado si Dios no te usa para traerlo a mi vida, y convertirme en la mujer que soy ahora, gracias a vos, yo conozco, por medio de él, el amor verdadero, la entrega y la fuerza para amar con todo lo que soy, lo que tengo y lo que no (como me decía él cada vez que me decía que me amaba...)
A ti, amiga mía, gracias infinitas por darme momentos de alegría, amargura, lágrimas, risas, borracheras, trasnochadas, por darme cachetadas emocionales para ubicarme en la vida, y por utilizar tu experiencia para evitar que yo sufra...eso hacen las amigas. Muchas veces yo también he querido ir al mismo cielo y traer un angel que te consuele, pero lo más que he podido hacer es ofrecerte mi oído...y mi hombro! Gracias por renunciar a muchas cosas que eran importantes para ti, pero me hacían daño a mi, ya nadie hace eso.
Me alegra mucho tenerte en mi vida, y hoy veo que no hay cosa que nuestra amistad no pueda superar.
Brindaremos por el resto de la vida, por nuestra amistad tan fuerte con TEQUILA Y SAL!!! Ya que la primera vez que tomé tequila, tú estabas presente...
Por muchas cosas, como el hecho de que caminamos juntas, aunque estemos separadas por diferentes cosas, hemos madurado juntas a pesar de la diferencia de edades (como dice tu mamá, que cree que por eso no tenemos nada en común, pero es todo lo contrario), y no le veo problema alguno a eso, y más que todo, por ser mi ejemplo para muchas cosas importantes y por marcar tan lindo mi vida, por hacerme crecer cada día, por estar ahí y ser mi amiga...
Brindaremos y viviremos más cosas conforme pasa el tiempo, y nuestra amistad será cada día más fiel, leal y resistente...
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