Seguramente la respuesta a la pregunta que planteé en el título es “yo”, por supuesto; usted quiere más a su madre, pero yo a la mía, porque todos queremos a mamá como al más preciado de los tesoros. Hoy 15 de agosto celebramos con mucha alegría el Día de la Madre, a todas las mamás dedicamos este comentario porque ellas merecen todo el amor y respeto: “Madre solo hay una, pero cada uno tiene la suya, aunque sea en el recuerdo”, de ahí la importancia de mimarla y decirle todos los días cuanto la queremos, ese amor debe ser incondicional y permanente.
¿Qué es el amor incondicional? Precisamente lo que la expresión implica: amar a una persona sin condiciones previas, amarla por lo que es y no por lo que hace. Desgraciadamente, muchos hijos aman a su madre si arregla su cuarto, si los deja ver televisión, si les permite que regrese a casa a las once de la noche, o si les alcahuetea cuanta cosa se les antoja. Es decir, amor condicionado, o sea que el amor está ligado a la conducta, y si la conducta no es lo que ellos quieren, no hay amor. Querer de esa manera es como decirle a alguien le doy 100 colones pero si usted me regala ¢500.
Las madres son el mejor ejemplo de entrega y perseverancia. Sus hijos representan el esfuerzo de toda una vida y son motivo de momentos de orgullo que perdurarán en su corazón siempre. Por eso durante este día tan especial hay que bendecir a todas las mamás, pero sobre todo resaltarles su importante rol en la sociedad.
Seguramente muchas mujeres coinciden en que lo mejor de ser mamá no son los abrazos, los cariños, las festividades escolares de los niños o las buenas calificaciones que traigan de la escuela, colegio o universidad. Lo mejor de ser madre debería ser verlos crecer, descubrir horizontes y acompañarlos en todo momento, ojalá sin vicios.
Amigo lector, recuerde siempre que todos tenemos una madre a quien amar y a quien agradecer, no dejemos para mañana lo que podemos hacer hoy.
Quizá existan hijos que mantienen algún tipo de resentimiento porque consideran que su crianza no fue la mejor, pero bajo ninguna circunstancia debemos achacarle nuestros defectos y errores a mamá, olvidando que ella es producto de su propia historia, y en ningún caso tuvo la deliberada intención de perjudicarnos.
Así que para corregir nuestras deficiencias dejemos de culparlas, y más bien comprendamos que somos el resultado de sus aciertos y que su amor por nosotros fue lo suficientemente poderoso como para infundirnos el deseo de ser más responsables para que ahora que somos padres estemos profundamente interesados en darles lo mejor a nuestros hijos.
Por eso y aunque tradicionalmente en una fecha como esta se nos invita a saludar a mamá y hacerle pasar un día especial, tengamos claro que el Día de la Madre son todos. Finalizo con un pequeño fragmento extraído de un texto de Gabriel García Márquez que dice así: “...Prefiero que me regales una sola flor ahora que estoy viva y no que me envíes un hermoso ramo cuando yo muera”. Aprovechemos a mamá cada minuto, porque mañana podría ser demasiado tarde. ¡Feliz día Mamá!
1 comentario:
Gracias por tu comentario en mi Blog y por agregarme a tu Hi5.
Muchas bendiciones para tu mami y para ti!!
Publicar un comentario